Sé que ya de nada sirve esta carta, que ya no podrá llegar a sus destinatarios, ya no podréis leerla, de hecho, hubiese sido mejor decir esto frente a frente, pero las palabras no me salen si no las escribo.
Hoy, como cada día, pienso mucho en vosotros dos y sé que probablemente no merecí tener el cariño tan incondicional que obtuve de vosotros.
Ojalá pudiese volver el tiempo atrás, para deciros más a menudo lo mucho que os quiero y lo importante que sois para mi. Volver mucho más atrás y que jugárais conmigo de nuevo, que me consintiérais de nuevo y recibir esos besos y abrazos llenos de amor verdadero.
Pero es imposible volver atrás, por eso quisiera disculparme si alguna vez no os demostré todo el cariño que siento por vosotros, sé que no seré la mejor nieta del mundo, supongo que dejaré mucho que desear, pero tened por seguro que os quise, os quiero y os querré mucho más de lo que pudiéseis imaginar y eso nunca va a cambiar.
Sigue ocurriendo que se me nubla la vista, que empiezo a temblar y que siguen mojándose las hojas cada vez que intento escribiros esta carta.
Por eso hoy, después de años intentando encontrar las palabras correctas, vengo aquí delante de vosotros a leer esta carta entre lágrimas.
Sólo puedo decir gracias, por hacerme feliz, por llenarme de amor y de momentos inolvidables.
Espero que no fuese el final aquellos días en que os fuísteis de mi lado.
Esto nunca fue una despedida porque estoy segura de que en algún momento volveremos a encontrarnos y volveremos a abrazarnos y no os soltaré nunca más.
Hasta pronto y hasta siempre.
Hola. Buscando el nombre Pumuki, me he encontrado con tu blog. Me ha gustado mucho lo que he leido. Me ha llegado al alma. Será por que yo me he sentido así, mejor dicho, sigo siendo lo que expresas. Leyendote erá como si hablase en voz alta todo lo que en algún momento he querido expresar y he sentido. Un abrazo
ResponderEliminar